Optimismo

 

 

Que de profundas heridas

hierve el corazón a veces,

y que con otras se congela,

pareciendo que a menudo

y para siempre el mundo tirita

y el infierno nos sobrevuela

con alas tan pesadas como cadenas.

 

Que en el camino

se cruzan plantas venenosas

que parecen azucenas,

serpientes que otros dijeran,

con mirada embustera

que son simples enredaderas,

manos extendidas

como garras fieras

y atardeceres que no se disfrutan

sino que queman.

 

Que todo esto es la vida,

un pozo oscuro de recuerdos,

donde al fondo brilla una vela,

pero que tiene el poder de reflejar

la luz del centro de la tierra,

y más allá de tantos llantos

y tantas penas, quien no vive

no yerra, quien no sonríe

no abre sus puertas

y quien no ama

jamás alcanzó las estrellas.

 

Y si me dijeran,

¿Tu Patria?

Mis libros, mi familia,

mis amigos, mi música,

la luna llena que aun

no tiene fronteras,

 

¿tu sueño?

Unos ojos,

que todas las mañanas,

observándome

como se mira un despeinado templo,

inocentes y tiernos

a mi lado se despiertan,

 

¿y qué hay de tu felicidad?

Bueno, sé de una asturiana

que hace miel de mis tinieblas.

 

¿Y algo por lo que luchar?

Sin dudarlo la libertad

por encima de todas las cosas

que hay encima de esta mesa,

tan llena de todo que a veces

y sin que nos demos cuenta,

algún maldito idiota se la lleva

 

Por eso

y a riesgo de ser demasiado sincero,

he de decir que os quiero,

antes de que todos,

por una cosa u otra,

de una u otra manera,

nos vayamos a la mierda.

 

Que aun no fabricaron tantas balas como besos se dieron

en toda la historia en que la humanidad caminó sobre la tierra.

 

Ort 2020

Cancioncilla de la luna Manchega

 

 

A la luna de la mancha

vio su corazón llegar

aires de romero y trigo

junto a lágrimas del mar

 

calladito imaginando

sentado en aquel lugar

las horas iba cortando

como flores de la madrugá

 

soñando con los caminos

negros de la oscuridad

una blanca gota de rocío

le enseñó a navegar

 

y sus pies despegaron

de la tierra más allá

buscando en el universo

algún eco que agarrar

 

Y por la mañana estaba muerto

su corazón, eterno invierno,

había parado de bostezar.

Lo encontraron sonriendo

mirando fijo a la llanura

trazando una senda

en línea recta

recortándose en ella el límite

del horizonte del cielo con el mar

 

Y se lamentaban los pastores

al ver sus ojos abiertos

que no se atrevieron a cerrar

como dos puertas brillantes

abiertas de par en par

 

Cantando después se decían

unos a otros por los campos

¡se cansó de tanto amar!

se cansó de tanto amar.

 

Quién recogerá sus versos

ahora que él ya no está…

La luna de la Mancha y el silencio,

que siempre saben escuchar

 

Él con el viento viene

y agarrado de su cola se va

 

Ella anida por el firmamento

como una granada deshojá

deshaciéndose siempre en sangre,

y siempre a medio terminar.

 

 

Ort 2020

La noche más brillante de mi vida

 

 

 

Clara, imposible, radiante

la noche más brillante

de toda mi vida

comenzó sublimemente oscura

sonámbula, profunda

deslumbrante,

te contaré su travesía…

 

Un suspiro quizás

un soplo de aire y luz

fue apartando con cuidado

las constelaciones agonizantes

de la cerrada madrugada

y cuando comenzaron a caer

desde lo alto, y a derrumbarse

como un ramo de rosas heridas,

lentamente derramándose

el azul marino del nuevo día

te acunó entre sus mejillas,

y mientras tu dormías,

soñando te dejó en el mundo

con cariño, sobre sus orillas

tras ese largo viaje tuyo

surcando las estrellas encendidas.

 

Dobló después las velas

nebulosas la luna llena

como blancas lagunas tranquilas

y guardándolas bajo tus brazos

las agarraron con fuerza

tus manos pequeñitas

¡ay de mi amor! ¡que parecían

dos racimos

de pequeñas margaritas!

 

Aldebarán,

la portadora de la antorcha,

en la cola espumosa

de la celeste diosa,

junto a las pléyades,

cual césares,

de ti se despedían

y cuando el cazador Orión,

se cansó de perseguirlas,

anunciando la Aurora

con su purpura de amor

y su carro de violetas

la llegada del rey sol

con su corona de planetas

al alejarse esparció

la luz de la vida

sobre tus parpados cerrados

como si fueran semillas

abiertas y amarillas

uniendo tu corazón

al del firmamento

mientras nacías.

 

y de ti se alejó aquel navío de sueño

que te dejó tiritando en aquel puerto

siguiendo su camino por los luceros

a través del misterioso universo

mientras la tierra bailaba

sobre el espacio y el tiempo

 

en una danza sin fin,

sin freno

sin melancolía.

 

Aquel día

tu mano sostuvo mi dedo

y mientras dormías

con ternura infinita

mi corazón callado

se reflejó en tu rostro

y lloró la más dulce

de todas las poesías.

 

 

 

Ort 2019

Origen

 

Un túnel profundo, una herida abierta

de unos labios que se ensanchan

hasta descubrir una negrura perfecta

donde un punto pálido de luz crece

estallando en miles de millones de estrellas

 

Esa es tu boca al frenar el tiempo

el origen donde todo se crea,

el aire que no existe más allá,

el lugar donde la vida tiene un algo

que la impulsa al cosmos y la inyecta

para hacer girar y nacer con el amor

de una nebulosa, una nueva tierra.

 

Una nana perfecta

que arroja la claridad

hacia las tinieblas.

 

 

 

Origen   Ort. 2019-10

Appia Antica

 

Appia Antica

 

 

                          Via Apia, Roma, en algún momento del pasado…

 

 

 

 

De los caminos que hacia Roma

alzan y señalan sus ociosas miradas,

eterna y como un río, la vía Apia,

andaba fluyendo entre los cipreses

erguidos y las imponentes estatuas.

 

Ellas, calladas, quietas sobre las entradas

de los panteones, saludando al viajero,

observaban hacia dónde iban, de dónde

venían, con sus marmóreos ojos fijos

en el horizonte buscando quien recitara

su epitafio, que, cargado de breves palabras

cinceladas esculpían una vida y un pasado

tan cercano que de él ya nadie se acordaba

o tan sepultado por el tiempo que, solamente,

acariciadas en la maltratada piedra, las letras,

legibles eran solo para los finos vientos delicados.

Allí estaban las tumbas de los Claudios,

amantes del pueblo a veces, otras tantas tiranos,

y de los Escipiones valientes, y de los Horacios

que aquel juramento legendario pronunciaron.

Así, se sucedían mausoleos enormes y columbarios

togados de tenues colores, ya casi borrados,

agotados durante tantos siglos por la suave lluvia

y por el llorar de tantas manos.

 

Y todos ellos eran el recuerdo y la vetusta gloria

antigua de Roma y de sus antepasados, y recobraban

la voz cuando repiqueteaba a veces con furia el agua

al caer del cielo y acariciar la piedra con sus labios.

 

Así hablaban ahora las funerarias moradas

en natural conversación de versos enigmáticos,

mientras carretas de comerciantes, tiradas

por mulas y burros serios y mojados

con mal de humores, apretaban el paso

al ritmo del áspero y cruel sonido del látigo,

que alejaba con el seco eco de un llanto

de los árboles a las aves en bandadas

dejando caer suaves plumas desde lo alto.

 

Y aquella tormenta tornada en aguacero

se abatía rabiosa sobre la pulida calzada,

y parecía como si el enorme titán Atlas

que sostiene el orbe entero a sus espaldas

hubiera sumergido en las astrales lagunas

al broncíneo cielo a la tierra y a la luna

anegando los aires de líquidas guirnaldas.

 

 

 

Ort 2019