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El Caballo Desbocado Que Arranca

El atardecer claro y a la vez oscuro…

Quién diría que la luz

y la belleza

prometida de los primeros astros

se quebrarían como las alas

malvoladas de cientos de pájaros

estrellándose, de golpe, manchadas

por la sangre de los sueños

contra el pecho partido de la esperanza

derramándose

por entre las manos

de la luna callada,

llenando aljibes de llantos

para sembrar la nada.

Acércate a mi

que aún el día no acaba

ven a dormir

que sea una pesadilla

lo que trae el viento

y el alba, que por no saber

calla.

Que gire miles de veces la tierra

y las margaritas adornen la almohada

que tu cabello resuelto,

caballo desbocado que arranca

bajo las estrellas despierte

siempre, en mis labios, en la mañana

que coseche almas de besos

la vida, para aplacarla,

y su belleza fría, inhóspita

nos remiende la esperanza

que los mares secos

donde duermen ahora

las quietas barcas,

abran la boca a la lluvia

y no al llanto,

y avisen a las grullas

y a las milanas

y broten en sus humedales

caracolas pardas

y las pequeñas olas,

primero,

arrecien las amapolas

en sus ángulos y las horas

vuelvan a ser miel

entre islas oceánicas

y los sueños góndolas

que éste negro telón

lo arranquen las mariposas

y descubran tras él

solamente estrellas

bajo un campo entero

renacido,

de melancólicas

y felices rosas.

Ort. 23.

It’s now or never
Come hold me tight
Kiss me, my darling
Be mine tonight
Tomorrow will be too late
It’s now or never
My love won’t wait

Acerca de orteguilla

Poeta, o lo sueña. Humanista, agarrado a un mastil de conocimiento como un naúfrago en un océano sin fin. Y músico, que mientras lo goza, lo intenta... Me gusta emborracharme de letras, pensar mientras la cerveza corre y Mozart suena, y cuando sale la Luna llena, huir por ser la presa, pero me atrapa y me devora, me sube a las estrellas y deja mis zapatos en la tierra. Al escribir, soy un poquito más libre, como una flor morada de cardo, que colina abajo rueda...

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