Midiendo la tristeza en océanos
y la naturaleza de las cosas en tiempo
sinónimo de alfares abandonados y de viento,
hasta colmarse la última gota del verso
que lo sostiene, viajando, siempre hacia adentro,
en un eterno y largo descubrimiento,
se llega a contemplar, más allá de los cielos,
el soplo de los besos queridos,
que sobre las olas saladas y bajo las aladas nubes
todos los que nunca llegamos a conocer nos dieron.
a Vicente, Asunción y Lorenzo