No hay cincuenta maneras de combatir, sólo hay una, vencer. Ni la revolución ni la guerra consisten en auto compadecerse.
André Malraux
Por una nación vine, por un pueblo hablo,
y hablo con el alma, hasta donde me llega el llanto.
Descubro fieles fuegos, banderas no levanto,
el labrador ama a la tierra, yo quiero ser campo.
A gritar por una nación vine, por mi pueblo hablo.
El hambre no conoce patrias, con mi pueblo me arrastro.
Su sudor aun no está perdido, su sudor vale aun tanto,
que únicamente el trigo es nación, Por eso yo le canto.
Por un sueño vine, por el soñar de un pueblo hablo.
Escribo por las heridas que las cadenas le han ido dejando,
lloro con ellos, en el pecho llevo sus quebrantos
y en mi corazón su alegría, sus esperanzas y sus llantos.
Por un pueblo hablo, por su sonrosada estela
que va dejando en mi piel su legado eterno,
y lucho junto a él, junto a la madre tierra,
por el oprimido y por la justicia verdadera.
Seré campo, siempre campo, martillo y enredadera
derretida y colmada por la altiva primavera.
Seré un grano de un todo que lucha entre las eras
gritando desgarrado por lo que es y lo que era.
Por una nación vine, por la patria verdadera,
por un pueblo que no calla y que se queja,
por un clamor que aun no ha roto sus cadenas,
por un pueblo que no duerme, desangrado en la vereda.
Por una nación vine, por mi pueblo hablo.
Hacia la libertad camino junto a él firme
y no me paro, ni me callo ni perdono,
todo el dolor que su corazón esgrime,
todo el dolor que en su corazón se agita,
por aquel que lo saquea y lo oprime.
Ort. (Torres de La Mancha)
Defiendo la revolución en nuestras cabezas.
John Lennon