La calle es el Senado,
la calle es el Imperio,
lo fue, lo es,
y lo seguirá siendo.
La auténtica patria del Pueblo
el Arma el Alma, la Lucha
y la bofetada al silencio impuesto.
Pero también
el paredón sangriento
donde quieren descerrajar
-siempre han querido-
dos tiros al libertario pensamiento.
La calle
es el Congreso Soberano
donde son libres
todos los clamores
de la patria opresa,
NO de los traidores
con los bolsillos llenos
y la moral infecta
NO de los ladrones
que exprimen a los pobres
y trafican sus miserias
vertiendo veneno
arrastrando el orgullo
de nuestra obrera tierra!
La calle es el aliento
puro de fraternidad
que nos hacen reprimir.
Es poderosa, y lo saben;
y protesta, y la encadenan,
y la llevan como una perra
para que beba
en contaminadas aguas
de sucias ideas
fascistas y viejas.
La lucha es el único camino
cualquiera que sea,
yo escribo,
unos cantan, otros viven
y otros sufren,
por cuatro galones
que tan solo dan rabia y pena
y todos gritamos
para cambiar esta suerte
y girar de nuevo esta rueda
en la calle, en el campo
que el pueblo todo es una era,
y con orgullo nacimos
y no llevaremos la vergüenza!