Mi cafetera caliente

 

A mis cafeteros, que sois muchos…

 

 

 

Silva feliz mi cafetera, canta

como una sirena vieja y plateada

al filo ya de la media noche

humeante ante la madrugada

bajo el  cielo raso y brillante

su vapor asciende, -mis alas-

a ella se le escapa de los labios el café

y como la vía láctea  

lo salpico yo de leche condensada

 

Pequeñas sonrisas de la vida

que endulzan las estrellas claras

bajo el cristal caliente de la luna blanca

es sin duda ese… el aroma del alma.

 

En las pequeñas cosas

esta siempre el universo,

siempre.

Con un sencillo beso

me lo dijo mi sirena,

mi cafetera caliente…

 

Su vapor en espiral  ascendía

con mis ojos,  ante la noche,

disfrazado de caracol celeste.

 

 

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