Ansioso de que me leas, ansioso de leerte, precioso es revisar mi correspondencia poetica y encontrar sobre la mesa, un manojo de papeles y palabras que son puertas abiertas a los oceanos de tus pensamientos, agradecido siempre Humilde señor Santiago…
I
Salió el sol en el horizonte
Salí al fin del negro abismo
bucle infinito de rabia y dolor
mi cabeza empieza a volar
mis ojos lloran lagrimas
no sangre ni sudor.
angustia recorre mi cuerpo
mi vida aún tiene sentido
todo vuelve a su ser
el agua al rio, la lluvia al mar.
Sol báñame con tu dulce calor
en esta mañana de esplendor
de alegría de clamor
vida mía, ya respiras,
llenas de oxigeno mis venas
Deja mi mente volar
y junto a mi ninfa rubia
poder soñar, amar! sentir! vivir!
descansar… Cuidar de los míos
y vivir sin frio con amor contigo…
II
Y que razón tienes hermano,
la luna solo se muestra a quien la toca
y a quien sabe sacarle de su pálido fulgor
las derretidas y esquivas alas del sueño.
caminantes somos, arrieros de la noche,
buscando la luz por todos los caminos
y todas las sendas…
Las estrellas alumbran
solo a los que paso a paso, letra a letra
y lagrima a lagrima, su rabia y su cabeza alzan
solo, los que su miedo entierran.
Con un motor, la rabia de la sangre ante el destino
y la fuerza del alma, que va enarbolando
las margaritas y las amapolas
de este angosto y fiero camino.
Santiago Losa & Manuel Ortega