Tras el rio

Entre espesos corales terrestres

y lentas plumas vagabundas y silvestres

en un océano de bosques brillantes y verdes

incautos, pacientes, sobrecogidos, ardientes

 

abría yo mis ojos, y al mirarte, y al verte,

como quien el mundo en el bolsillo tiene

Deshacía en mil pedazos silenciosos mi mente

suspirándola al viento que va, que viene.

 

Un murmullo de lagos hacia el mar se van

como una bandada de pájaros de roca en roca.

En su camino cuatro chopos viejos mirando están

en las aguas del río su figura, turbada y tosca

 

Rastreaba yo mis pensamientos en su fuente

ensanchándole el corazón al verso que se va

donde quiera que se halle mi suerte.

 

Largo camino queda. me dijo el chopo,

en la desembocadura está,

allí duerme.