Escribirte me hace libre,
como un pájaro, libre,
como los ojos
soñando bajo los párpados.
Libre, como la lluvia
que cae a cántaros
desde el cielo, tan rubia
al atravesarla la luz
de los relámpagos.
Libre
como un caracol que duerme,
bajo la sombra de los álamos
y sueña alzarse sobre el viento
y volar sobre el aliento
de la luz que cae del firmamento
como rocío sobre los páramos.
Libre como un pájaro,
así es como me siento.
Pues son tus besos las tormentas
que anegan de poesía los desiertos
de los versos de las noches frías
de mi corazón sediento.