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Tu Sonrisa

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      Preludio:

El aliento inalcanzable de unos ojos al mirarlos, el callado agotamiento de la luz en tu cuerpo, el silencio de mi lengua que sueña con la tuya, el abismo de mis manos que tocan sabanas vacías, la enorme tristeza de una puerta cerrada, el aire entre tú y yo. El tiempo… el tiempo.

Y así empezó todo… Dando comienzo y arrojándose a la cegadora luz este impensable amor, que como una llama absolutamente viva, ha acabado apagando con sonrisas los aguaceros de los llantos y retumba ahora en todos los lugares del alma donde renacen ¡Reviven! por enteras todas las horas perdidas… Mi Reina de Troya… Gracias, de por vida.

 

 

 

Errante llegué

hacia el medio del páramo

donde desiertos y ajados cántaros

entre voces de ecos y de millas

como vientos aletargados

arañaban el color de mis mejillas

vaciando las líneas profundas

de las palmas de mis manos.

 

Errante llegué

bajo el mar de un cielo nublado

a las triste y eterna colina;

morada de solitarios gatos

que deambulando detrás de mis zapatos

hacia ninguna parte corrían.

 

Errante llegué

cuando una a una se rompían

las plumas pardas de mis alas

y en negras candelas apagadas

las escalas de mis sueños se volvían.

Cuando la tormenta, con pieles moradas

amenazaba anegar con elegías

todo el valle que fue mi vida un día.

 

Errante llegué a la cumbre

desde el pueblo ciego de las sombras,

esperando rayos y truenos

que doblaran en las alturas a agonía,

cuando me encontré empapado

por el aguacero de unas mariposas

que hacia las nubes al verme partían;

alzándose hermosas se desnudaban

se desprendían del gris lamento

y con el rojo puro de las rosas se vestían.

 

Hacia el punto más negro

se orientaban, parecía

que fueran a morir alto,

muy alto, pero pude ver

y de hecho vi

como las nubes abrían

en torbellino preciso

dibujando una sonrisa.

 

Y entonces entró la luz

y estalló la tarde y la vida.

El sol con sus dos manos

y su lengua sumergida

apartó las tinieblas

y gritó tu nombre

y del yugo de la tierra

se alzó de repente la colina

como un pájaro ardiente sobre la brisa

y echó a volar hacia el cielo

con las mariposas  

como un navío de velas extendidas.

 

¡y la empujó de un soplo al firmamento!

y ya desde lejos nos mira

navegando sobre el espacio

hacia la galaxia de espuma

inmensa de tu piel,

sendero de los astros

donde tantos lunares brillan.

 

Errante llegué

sucio, vestido con harapos.

Desnudo, limpio vuelvo,

hacia el remolino libre

de los valles y los prados,

donde una margarita

imposible, de mirada amarilla,

me sostiene en sus brazos

y adorna mi camisa

y mis ojos mojados

empapados por tu sonrisa.

 

Que ya todas mis noches enciende!

que ya todos mis sueños ilumina,

apagando todos mis llantos…

 

Mientras camino feliz, con mis labios

besando tu piel; sendero brillante

donde se han dormido tantos astros…

 

 

Ort 20/16

I’m glad to give
My love to you
I know you feel
The way I do

Anything you want, you got it
Anything you need, you got it
Anything at all
You got it…

                               Roy Orbison

 

 

Acerca de orteguilla

Poeta, o lo sueña. Humanista, agarrado a un mastil de conocimiento como un naúfrago en un océano sin fin. Y músico, que mientras lo goza, lo intenta... Me gusta emborracharme de letras, pensar mientras la cerveza corre y Mozart suena, y cuando sale la Luna llena, huir por ser la presa, pero me atrapa y me devora, me sube a las estrellas y deja mis zapatos en la tierra. Al escribir, soy un poquito más libre, como una flor morada de cardo, que colina abajo rueda...

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