Viento y solo viento
en el cerro confuso de las ánimas
entre abrojos tupidos penitentes
de niebla en niebla arrinconadas
por el viento. Y solo el viento
en el mar de lanas de las sábanas
entre el silencio inmenso de las puertas
que miran con frenesí de nieve, abiertas
como venas el blanco triste de la tierra
Mira las bocas cayendo congeladas
arrastradas por el viento,
viento y únicamente viento
con su susurro que es chillido
clavado delirante a su lengua
arrastrando en una mueca su vestido
de flores marrones y hojas secas.
el espíritu del viento
que no soporta ni las gotas
de la lluvia suave
ni las lágrimas de los ojos
ni el peso de los cuerpos
viento de olvido y viento ajeno
indiferente al tiempo
a la soledad
a los bosques y al desierto,
solo lo mece
a capricho una rosa y un lucero
y al timón de sus nubes,
en un océano azul eterno,
ciego los sueños anda persiguiendo.