Con un orgullo enorme y azul, como el cielo, quiero presentaros a mi tocayo Manuel, a traves de las palabras apasionadas que le dedica su padre Santiago Losa, mi poeta mi amigo, mi hermano.
Santiago, Manuel, Miriam, ¡Larga vida a los tres!
que los besos y el amor sean, vuestro pan de cada día.
un abrazo, brindo por estas preciosas palabras…
Me desperté soñando
que me dabas la vida
que estabas aquí, que habías llegado.
Ese sueño dulce
estaba mamando.
Alumbraste mi oscuridad
solo con una mirada.
Logras calmar mi ira,
dejan de sangrar mis heridas,
lo más bonito de mis días,
solo con olerte
mi corazón se hace más fuerte.
¿Y a mi vida? Que cantarle a mi vida,
si tu vientre me ha regalado
lo más grande que puede haber,
Un trozo de ti, un trozo de mí,
una vida de los dos.
Precioso, perfumado,
con un genio fuerte
y de tez aterciopelado.
Ni decir siquiera
que de ella estoy enamorado
desde el día que la vi.
Niños éramos, destinados
a una vida juntos,
destinos que se cruzaron
para nunca separarse.
Ella me regaló su cuerpo
para que mi semilla yo pusiera,
ni aunque mil rayos cayeran
lograrían separarme de mi niño
y de mi doncella.