Quien fuera pino
para ver torcido pasar la vida,
mujer, para llevarla en las entrañas
y amapola de camino para morir
entre los campos llanos de mi Mancha
Barranco para ser lamento
de los vientos y cuervo
para teñir de negro, con sus alas
el añil, impoluto y enorme cielo
Quien fuera nube para vaciar la pena
y arriero para saber de historias,
que no es más culto el que más sabe
sino el que abre sus oídos a las sendas
Y a servir de papel a los bosques
y a resistir a sangre con los hombres
ser el cayado con el que se pisan los montes
y zarza hundida en los pechos
de la tierra, donde se agarran tantos corazones
ah… Quien pudiera ser adormidera
para soñar dentro de las flores y ribera
llena de miles de colores cuales venas
de ríos fluyendo hacia oceánicas praderas
lejos de este mundo, más allá de los planetas!
más allá siempre, y libre
como la melancolía blanca
que llevan dentro los poetas.