Mi poesía nace de la hierba
inalcanzable de los campos,
de los pinos altos y la hiedra,
de los almendros y los álamos.
Mi poesía, que no es sino ceniza
en los labios rojizos del alba,
de la noche anterior todo lo guarda,
lo llora y después a volar lo lanza.
Mi poesía, tus ojos, tu pelo, afilada
con acero terrible en mis sueños tu mirada,
temblando como una espada
sobre el corazón, atravesando el alma
Mi poesía, versos y más versos
cerrados como flores en la cama,
buscando otros ojos solitarios
para que florezcan sus palabras.
Allí estará mi poesía, en las paradas
donde se deje caer la madrugada,
bajo el mármol negro de la noche ,
y entre la azulada canción del alba.
Siempre, para que la encuentres
navegando por tierras olvidadas.
Envuelta de suspiros como islas,
en la rosa perdida de los viejos mapas.
Mi poesía turbada abierta espoleada
se debe a nadie y en nadie descansa
como los yugos de acero del caballo
destinado a correr, buscando la esperanza
Mi poesía pequeña, en suerte de palabras
pues tengo pluma y tengo la voz
ronca de la vida en los costados
y todos los sueños intactos para que tu…
los abras.