Como una nota de silencio clavada
a cuchillo en un pentagrama, suena
el nombre que jamás habré ya de susurrar.
Cinco líneas negras de nubes lo guardan,
ni la imaginación, raída y sorda
lo llegará a encontrar… su música es ceniza
y espuma por querer volar.
Ese silencio rajado es tan profundo
que estalló todo antes de él comenzar,
arrasando en un segundo notas
y flores bajo un aliento sepulcral.
Allí donde los sentidos no se atreven
a mirar, en ese lugar,
que es una partitura lanzada al mar.
Allí están los besos que no me diste jamás,
y aquellos que el recuerdo le robó al azar,
junto a tu nombre, si es que tienes aun
o lo consumió mi soledad…
Pues de letras se compone tu sombra
que a tus pies quedando van,
como negros océanos y perdido yo,
náufrago en medio de la tempestad…
Sellando en este papel con un Silencio
este canto, que será su punto y final.
…
Y se va para volver con otro día
el marinero y lanzarse a un nuevo mar,
pues en esta vida extranjeros somos todos
hasta que un corazón, que es un océano;
no logremos conquistar…
Quién sabe si en marzo, abril
diciembre o enero le vendrá
el ánimo a dar… El mar es caprichoso
pero un buen marino
siempre sabe esperar…
Ort.
A todos los que perdieron el amor un dia,
y a fuerza de naufragios lo volvieron a encontrar…
: )
Una respuesta a “EL NÁUFRAGO”