De las cumbres del mundo
a los llanos de las mesetas
de los altozanos salpicados
de amapolas a las estepas,
a los barrancos,
a los pantanos…
Que importa si dos palabras
suman tres, si esas esmeraldas,
flores de escarlata y miel
vagan solas desconsoladas
hacia el invierno mentiroso
de las nubes que creen volar
y encallan en un pincel
Llanto cruel
el de una ensoñación
desangrada a nuestros pies,
llanto de hiel
el resplandor
gris, encarcelado, y sin poder volver…
Y que más dibujará tu imaginación,
si ese horizonte que pintas
es el del ayer…
Si son flores yermas, grises
las que se deshacen, sin color,
sobre la lengua de tu pincel.
Este mar de arena, este desierto
que esculpen tus ojos
con un martillo y un cincel,
donde reina solo el furioso aire
y tus lagrimas son los colores
que abrasan la piel
le traen al alma
aquella luna esbozada
en la esquina mojada,
y arrugada de un papel.
¡El pasado grita en el alma!
y un lienzo de blancas letras
viene con su tinta a oscurecer…
pero el devenir del destino
el futuro y el camino
lo pintarán los pies
que no hay colores suficientes
para pintar esa senda…
¡Para dibujar ese amanecer!
Ort