Al señor Vicente Frías, porque también topó con nuestro querido chucho Curro, y sus “brillantes y amigables dueños” los terribles niños de la curva, esos cansinos duendecillos vestidos de verde…
y a la conciencia de los creadores de algunos de estos perros adiestrados para defender a mordiscos un estado policial y psicópata, en donde la ley de la tierra, la marcan los hombres deshonestos, vendidos y traidores.
Salud y libertad!!!
ORT
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Con carne de animal
te parió la tierra
con sangre de animal
te bordó la tierra
compases de luna
y de agua encierran
tus venas, amigo.
Curro, tú no sabes
de su guerra y tú no sabes
de la mano de hierro,
que te ata y te hace sembrar
su mala hierba;
¡Fue ella curro!
¡Fue ella!
¡La que mandó
a los campesinos a la sierra!
Vestida de verde
y en sus ojos
ungida de sangre,
la cuerda
que nos ata amigo mío;
y en tan larga noche
nos encierra.
Trabajamos para ella Curro,
morimos por ella.
Viviremos por ella,
por esa mano negra
como tu pelo fiero
de labrador,
y como su sombra negra.
Porque ese pie sin alma,
donde pisa,
deja la naturaleza yerma.
¿Quién es tu dueño Curro,
de que se alimenta?
¿Quien nos ata?
y nos destierra…
La dignidad Curro,
la dignidad,
que no se pierda.
Yo rezo por ello amigo.
A nuestro padre
que es el pueblo,
y a nuestra madre
que es la tierra.
Ort.